Analisis postural
Varios sensores entran en juego para regular nuestra postura. Las tensiones tisulares que sufrirá nuestro cuerpo en respuesta a nuestra forma de vida (práctica deportiva, transporte de carga, trabajo, etc.) determinarán nuestra posición en el espacio. Si uno o más sensores posturales no funcionan, nuestra postura se verá afectada.
¿Por qué tener una buena postura? Porque mejor sinergia entre los sistemas, mejor coordinación y mejor distribución de la carga corporal.
Una buena movilidad articular y tisular es garantía de una buena postura sin olvidar una armonía del tono muscular antagónico. Se podrían citar los síndromes cruzados inferior y superior que se deben a la hipertonicidad muscular de un lado y la hipotonicidad del otro.
Un déficit postural podría expresarse en términos de lesiones funcionales, es decir, dolor en la espalda, cadera, hombro, etc., que aparecen de forma espontánea y progresiva.
En posturología tendremos un enfoque holístico, con el fin de regular y permitir un funcionamiento óptimo de los sensores posturales.